Revisión de la presión de infección ambiental, enfermedades transmitidas por el aire y microbiota del tracto respiratorio y airbiota en cerdos y aves de corral.
Luis-Miguel Gomez-Osorio, Martin Masner, Andres Pio, William Serna, Laura Maccio
Resúmen
Este white paper examina exhaustivamente las influencias de las presiones ambientales, las enfermedades transmitidas por el aire y la microbiota en las vías respiratorias de cerdos y aves de corral, así como sus implicaciones más amplias para la producción animal, la salud pública y la seguridad alimentaria. La globalización de la industria ganadera ha incrementado los riesgos asociados a las enfermedades infecciosas, exigiendo un cambio hacia una mejor priorización de patógenos y herramientas de diagnóstico. En particular, el aire de los galpones se considera una importante vía de transmisión de genes de resistencia a los antibióticos (ARG), sobre todo en condiciones de cría intensiva, ventilación deficiente y brotes de enfermedades. El artículo subraya que la carne de cerdo y de ave es crucial para la seguridad alimentaria mundial, y que Asia y América Latina contribuyen significativamente a la producción mundial. Se subrayan los retos que plantean la resistencia a los antimicrobianos y la necesidad de prácticas sostenibles, sobre todo en el contexto del rápido crecimiento del sector avícola en los países en desarrollo. La transmisión aérea de patógenos y ARG en entornos ganaderos se subraya como un factor crítico que afecta a la salud animal y humana, y que requiere tecnologías avanzadas de diagnóstico aéreo y medidas sólidas de bioseguridad.
Introducción
La producción porcina y avícola desempeña un papel fundamental en la seguridad alimentaria y el comercio mundiales, y las enfermedades infecciosas suponen una gran amenaza para ambas producciones. La globalización de la industria ha facilitado la aparición y propagación de patógenos. La epidemiología animal y la seguridad alimentaria están resaltando que, al tiempo que aumenta la importancia de los patógenos zoonóticos, los cambios estructurales de la industria y las prácticas de producción intensivas en bioseguridad se están orientando hacia la priorización de patógenos, así como hacia la mejora de herramientas fiables de diagnóstico (1).
Producción de Carne de Cerdo
La carne de cerdo es la segunda más consumida en el mundo, después de la de pollo. Su producción ha evolucionado considerablemente, pasando de métodos tradicionales a sistemas más intensivos y especializados destinados a satisfacer las demandas mundiales de seguridad alimentaria, bienestar animal y sostenibilidad medioambiental. En Asia, el consumo de carne de cerdo varía significativamente según el país, con algunas de las tasas de consumo per cápita más altas del mundo. Por ejemplo, Hong Kong es líder mundial con un consumo de carne de cerdo de 55,24 kg por persona y año, lo que refleja la fuerte afinidad cultural por la carne de cerdo y su importante papel en la cocina local. China continental y Macao también destacan como grandes consumidoras de carne de cerdo, aunque la fuente no proporciona datos cuantitativos específicos de estas regiones. (2).
Este elevado nivel de consumo indica el papel fundamental que desempeña la carne de cerdo en la dieta y las prácticas culinarias de muchos países asiáticos. En América Latina, la producción de carne de cerdo es un segmento significativo de la economía agrícola de la región. En 2020, América Latina y el Caribe (ALC) produjo el 18% de la carne mundial, y la carne de cerdo representó el 16% de la producción de carne de la región, después de la carne de aves de corral y de vacuno. La carne de ave fue la más producida, mientras que la de cerdo ocupó el tercer lugar en términos de volumen (3). Para fines de 2021, el sector cárnico, incluido el porcino, en América Latina mostró cifras positivas de producción, lo que indica una tendencia creciente en varios países de la región.
De cara al futuro, el informe sobre Ganadería y Avicultura del USDA prevé un aumento sustancial de la producción de carne de cerdo para América Latina en 2024, con Brasil a la cabeza del crecimiento de las exportaciones. Esto indica no sólo un aumento de la producción, sino también un potencial impulso de la economía de la región gracias al sector cárnico. En concreto, se prevé que en 2021 la producción de carne porcina de Brasil alcance casi los 4,45 millones de toneladas métricas equivalentes en peso equivalente de carcasa (CWE), la más alta de la región. Sin embargo, la producción de carne también está fuertemente influenciada por situaciones externas como un negocio globalizado influenciado por la política, las regulaciones y la presión de los brotes de enfermedades.
Una visión más completa del año 2022 muestra que Brasil, México, Argentina, Chile y Colombia fueron los principales contribuyentes, representando el 90% de la producción porcina en América Latina. Hubo un aumento del 4,2% en la producción de carne de cerdo con respecto al año anterior, pasando de 8,4 millones de toneladas a 8,7 millones de toneladas. Curiosamente, los volúmenes de importación también aumentaron un 5,6%, lo que muestra no sólo un crecimiento interno de la producción, sino también un aumento de la demanda de importaciones de carne de cerdo en la región.
Esto indica una industria porcina robusta y en crecimiento en América Latina, con Brasil como actor significativo tanto en la producción como en la exportación. Las perspectivas positivas generales sugieren que la región puede seguir experimentando un crecimiento en este sector, impulsado tanto por el aumento de la demanda interna como por las oportunidades de exportación.
La producción de carne de cerdo y su contribución tanto a la seguridad alimentaria como a la inocuidad de los alimentos pone de relieve que la seguridad alimentaria es una cuestión compleja que abarca toda la cadena de producción porcina. Según la Agencia Canadiense de Inspección Alimentaria, existen riesgos sanitarios asociados a las enfermedades zoonóticas tanto para los productores como para los consumidores. Destacan la importancia de una cultura de seguridad alimentaria que incluya concienciación, vigilancia y trazabilidad, así como la aplicación de normas con base científica a nivel internacional. La seguridad alimentaria no se limita a la inspección, sino que es un proceso continuo desde la granja hasta el consumo, que requiere prevención y respuesta en cada etapa. (4).
Producción de carne de Ave
Desde 2021, las aves de corral son el tipo de carne más consumido en todo el mundo, con alrededor de 132,3 millones de toneladas consumidas. La producción mundial de carne de pollo señala que las aves de corral, incluido el pollo, también desempeñan un papel fundamental en la seguridad alimentaria y la nutrición. Ofrece nutrientes esenciales a los seres humanos con las ventajas de ciclos de producción cortos, a costes más bajos, así como la capacidad de convertir una amplia gama de subproductos en carne y huevos. El subsector avícola se está expandiendo rápidamente, sobre todo en los países en desarrollo, y se prevé que siga creciendo debido a factores como el crecimiento demográfico, el aumento de los ingresos y la urbanización. Sin embargo, este sector se enfrenta a importantes retos relacionados con la seguridad alimentaria, las cuestiones sociales, la salud y el impacto medioambiental. Las autoridades gubernamentales, como el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), están incrementando las normativas para atajar los problemas actuales y los temas incipientes dignos de consideración a gran escala. Entre estas preocupaciones se encuentran los brotes de alto impacto, las enfermedades zoonóticas, la resistencia a los antimicrobianos y la huella medioambiental de la producción de alimentos para animales, que contribuye al cambio climático y al consumo de recursos.
La industria avícola mundial ha experimentado un notable crecimiento en las últimas décadas, impulsada en gran medida por la creciente demanda tanto de carne como de huevos. Sin embargo, desafíos como la oleada de gripe aviar HPAI de 2022 han planteado amenazas significativas, dando lugar a sacrificios de aves y escasez de huevos. En términos de producción, China ha sido el mayor productor mundial de carne de aves de corral desde 2021, como resultado de la PPA, que redujo drásticamente la población de cerdos en China, y el gobierno apoyó e incentivó el consumo de carne de pollo, seguido de cerca por Estados Unidos y Brasil. En 2022, se estima que se produjeron 1,627 billones de huevos en todo el mundo, con China también a la cabeza como principal productor de huevos. La previsión de producción de carne de pollo en todo el mundo se fijó en 103,4 millones de toneladas métricas para 2023, con Brasil y Estados Unidos impulsando este crecimiento. A pesar de los elevados costes de los piensos, la industria se beneficia de los bajos precios del maíz y la soja, que impulsan los esfuerzos de producción en varios países. A escala continental, Asia lidera la producción de pollo, contribuyendo en casi la mitad de la producción mundial. En 2021, Asia produjo casi 33.000 millones de pollos, con importantes contribuciones de África, América del Norte, América del Sur, Europa y Oceanía.. A nivel de países, China y Estados Unidos son los mayores productores de pollo. Sin embargo, se prevé que Brasil experimente un aumento del 3% en la producción de carne de pollo, alcanzando un récord y superando la producción de China por un margen significativo. La expansión de la industria avícola es esencial para el mercado mundial de la carne, ya que afecta a las economías, la seguridad alimentaria y el comercio. La vigilancia continua y la adaptación a los retos sanitarios y medioambientales siguen siendo vitales para sostener este crecimiento.
Transmisión Aerea
El ambiente aéreo desempeña un papel crucial en la determinación de la salud y la productividad de las aves de corral dentro de los galpones, donde los principales componentes del aire, incluidos los gases, y las partículas en forma de polvo o gotitas que pueden acarrear patógenos. La transmisión de patógenos por el aire, en particular en la producción y el procesado de aves de corral, así como en los entornos de gallinas ponedoras, destacan la importancia de esta vía para la propagación de enfermedades. Los patógenos transmitidos por el aire pueden provocar infecciones nocivas y propagarse a grandes distancias a través de los bioaerosoles entre las parvadas. El desarrollo de tecnologías de diagnóstico aéreo se destaca como una medida crucial de detección precoz y prevención para reducir la propagación de enfermedades transmitidas por el aire. Los avances en estas tecnologías son esenciales para disponer de herramientas fiables de detección e inactivación de patógenos aéreos que mejoren la salud y el rendimiento del ganado. Esto pone de relieve la importancia de la vigilancia continua y de las intervenciones tecnológicas avanzadas para mitigar los riesgos asociados a los bioaerosoles. Estos hallazgos son cruciales para la salud pública y la industria avícola, pues ponen de relieve la necesidad de adoptar medidas sólidas de bioseguridad y gestión de la calidad del aire en estos entornos.
El tipo de sistema de alojamiento de las aves influye en la concentración y la distribución del tamaño de los virus y bacterias transportados por el aire (5). Se han observado diferencias entre el suelo y las jaulas en cuanto a la concentración total de bacterias, que es mucho mayor en los sistemas de suelo para gallinas ponedoras (6). La distribución del tamaño de los virus y bacterias transportados por el aire también varía según el tamaño de los sistemas de alojamiento, con una tendencia hacia los tamaños más grandes en los sistemas de tipo suelo. (7). Sin embargo, la concentración y la distribución del tamaño de las bacterias y los virus también difieren entre los distintos tipos de aves de corral, como los pollos de engorde y las gallinas ponedoras, lo que puede atribuirse a las diferencias en la eliminación de virus y bacterias, así como a las prácticas de gestión, las condiciones ambientales interiores y exteriores y otros factores que afectan a las propiedades físicas y biológicas de los agentes aerotransportados (8).
El microbioma de los aerosoles de interior y los perfiles de resistoma son cruciales para comprender el impacto de los patógenos aerotransportados y los genes de resistencia a los fármacos. La diversidad bacteriana y los genes de resistencia a los antibióticos en los aerosoles de las naves de gallinas ponedoras pueden variar significativamente con el periodo de puesta. Los estudios que utilizan la secuenciación del gen 16S rRNA y la metagenómica han mostrado diferencias en las comunidades bacterianas y los genes de resistencia en los distintos periodos de puesta, observándose una mayor diversidad durante el periodo de máxima puesta. Se han identificado géneros bacterianos potencialmente patógenos portadores de abundantes genes de resistencia a antibióticos (ARGs) de resistencia animal y humana, incluyendo tetraciclinas, β-lactámicos y fluoroquinolonas. La abundancia de ARG fue mayor en el periodo tardío de postura, lo que sugiere que el periodo de postura influye significativamente en la comunidad bacteriana y en el resistoma de los aerosoles de galpones de gallinas ponedoras.
En el caso de los virus, el virus de la gripe aviar (IA) es uno de los más estudiados en la transmisión aérea debido a su propagación que es principalmente por secreciones, incluyendo nasales, heces y saliva. Las secreciones de las aves pueden secarse y quedar suspendidas en el aire durante un largo periodo de tiempo o permanecer en la cama. Estas partículas de virus con IA se reaerosolizan junto con las partículas de la cama en el aire y junto a la arena para limpiar las plumas como comportamiento habitual de las aves. Las gotículas, así como las partículas de polvo portadoras de IA, pueden distribuirse en el entorno del galpón y transmitirse de un galpón a otro a través del sistema de ventilación y el transporte de aire (9).
El ambiente aéreo de los galpones avícolas está reconocido como una importante vía de transmisión de genes de resistencia a los antibióticos (ARG) en diversas circunstancias y condiciones. Estos entornos son complejos, y el riesgo de transmisión de ARG a través del aire puede verse influido por diversos factores, como las prácticas de gestión, el uso de antibióticos y la configuración física de las instalaciones. A continuación se ofrece una visión más detallada de dónde y cuándo el entorno aéreo se convierte en una vía crucial para la transmisión de ARG.
En condiciones de cría de alta densidad, en explotaciones avícolas intensivas las aves se mantienen en estrecha proximidad, a menudo en gran número. Esto es especialmente significativo durante las épocas de máxima producción, cuando la densidad de aves aumenta la cantidad de materia fecal y el nivel de polvo y bioaerosoles en el aire. Las condiciones de alta densidad facilitan la rápida propagación de microorganismos y ARGs a través del aire, ya que el estrecho contacto entre las aves aumenta la probabilidad de transmisión. Además, el uso de antibióticos en galpones donde se utilizan antibióticos regularmente, ya sea como profilácticos, promotores de crecimiento o terapéuticos favorecen la transmisión de ARGs. En particular, después de la administración de antibióticos, cuando se altera el ecosistema microbiano, pueden proliferar bacterias resistentes. Por lo tanto, el uso de antibióticos puede crear una presión selectiva, dando lugar a la aparición y propagación de bacterias resistentes. Estas bacterias o sus ARG pueden transmitirse por el aire y propagarse por la casa. Además, una ventilación y un control de la calidad del aire deficientes en los galpones con sistemas de ventilación inadecuados o que carecen de una filtración y purificación del aire adecuadas deterioran el entorno con la acumulación de gases nocivos, polvo y bioaerosoles, incluidos los portadores de ARGs. Esto aumenta el riesgo de que estos genes se transmitan a través del aire. De hecho, durante los periodos de temperaturas extremas, los sistemas de ventilación pueden tener dificultades para mantener una calidad óptima del aire.
Durante las últimas etapas de los ciclos de producción, cuando la cama se ha acumulado y posiblemente esté húmeda y muy contaminada, la gestión de la cama puede ser motivo de preocupación. En las explotaciones avícolas en las que la cama no se gestiona de forma regular o adecuada se produce un aumento de la actividad microbiana y la generación de polvo y bioaerosoles que pueden transportar los ARG, facilitando su propagación por el aire.
En el caso de brotes de enfermedades, estos suelen dar lugar a un mayor uso de antibióticos y a alteraciones del entorno microbiano normal, factores ambos que pueden favorecer la propagación de bacterias resistentes y ARG a través del aire. Asimismo, una limpieza y desinfección inadecuadas en instalaciones donde los protocolos de limpieza y desinfección son insuficientes o no se siguen rigurosamente, pueden dejar bacterias y ARGs residuales, que pueden resuspenderse en el aire de las instalaciones recién pobladas. Por último, pero no por ello menos importante, la manipulación y el movimiento de aves y materiales durante las operaciones de manipulación, transporte y sustitución pueden levantar polvo y bioaerosoles que contienen microorganismos y ARG, facilitando su propagación por el aire.
Enfermedades de transmisión aérea en Cerdos
La transmisión aérea de bacterias y virus porcinos subraya el papel fundamental de la bioseguridad en la cría de cerdos.
La transmisión por aerosoles plantea retos importantes, sobre todo en caso de enfermedades como la peste porcina africana (PPA) en Asia, donde los controles tradicionales, como las vacunas, son ineficaces. Los bioaerosoles, pequeñas partículas capaces de transportar patógenos, son una preocupación primordial, ya que las actividades respiratorias porcinas pueden liberar virus y bacterias en el aire, dando lugar a una amplia diseminación de la enfermedad.
Hoy en día, hay una gran urgencia por detectar patógenos en el aire en el ciclo de producción lo antes posible. Por ejemplo, el riesgo de transmisión a larga distancia (más de 150 m) de virus como el de la fiebre aftosa (FMDV) y a corta distancia (hasta 150 m) de otros como el de la peste porcina africana (ASFV), que afecta tanto a la bioseguridad entre explotaciones como dentro de ellas. Los factores que influyen en la transmisión por aerosol son el tamaño de las partículas, las cepas víricas, la sensibilidad del hospedador, el clima y las condiciones ambientales.
Presión de Infección Ambiental. Un nuevo concepto en epidemiologia veterinaria
El concepto de presión de infección ambiental que puede definirse como una cantidad y en menor grado por la calidad de un agente infeccioso en la proximidad de un huésped potencial, por ejemplo las aves de corral y las especies porcinas. En los países endémicos, la presión de infección es superior a «0», sin embargo, existen diferencias en la presión de infección entre los países endémicos. En los animales de granja, incluidas las aves de corral y las especies porcinas, ha ganado atención como componente crítico para comprender la transmisión de enfermedades. También incluye el impacto de las prácticas agrícolas en la aparición y propagación de enfermedades, y el papel de la microbiota en la dinámica de las enfermedades. Una revisión bibliográfica exhaustiva sobre la presión de infección ambiental y la patología en las especies avícola y porcina debería abarcar varios aspectos, como los patógenos que afectan a estas especies, la cantidad de patógenos en un área definida y la respuesta inmunitaria del hospedador, entre otros.
Los microorganismos residen en el medio ambiente como residuos de la actividad agraria y se combinan con las amenazas que provienen del entorno. La medida en que estos patógenos permanecen, se transmiten dentro del mismo entorno y a otros, se multiplican en los animales de producción o en los hospedadores o en el medio ambiente, está relacionada con la amenaza que representan. Todos estos factores se suman a la presión de infección ambiental, que es mayor cuanto más fácilmente se produce cada uno de estos procesos. Los niveles residuales de patógenos en el medio ambiente en un cambio de lote, la amenaza de un galpón contaminado con un patógeno transmisible en proximidad geográfica y la transmisión de enfermedades por humanos (zoonosis) y no humanos (vectores/plagas) nos dan ejemplos cotidianos de cómo se ejerce esta presión sobre los animales de producción.
Esta presión es también multipatogénica, ya que depende de todas las especies y variantes de microorganismos capaces de amenazar la salud de un grupo de animales. Por ello, los estudios específicos y genéricos sobre la composición vírica y bacteriana en las explotaciones nos acercan a su comprensión, y a la importancia de su manejo.
Empezando por las aves de corral, la industria se ve muy afectada por infecciones víricas y bacterianas, y existe preocupación por los patógenos multirresistentes (MDR). Sin embargo, y según la OMS, la principal causa de MDR en humanos son la autoprescripción y la prescripción errónea. Esto ha llevado a explorar nuevas estrategias antimicrobianas como principio de precaución en la medicina veterinaria y una tendencia impulsada por el mercado, como el uso de alternativas naturales para inhibir patógenos bacterianos, incluyendo aceites esenciales, pre y probióticos, ácidos grasos de cadena corta y media, bacteriófagos, etc. La investigación se ha centrado en patógenos como C. perfringens, Salmonella spp. Mycoplasma sp. y E. coli, así como en virus como el de la bronquitis infecciosa, que son motivo de gran preocupación debido a las pérdidas de producción, la mortalidad animal y los problemas de seguridad alimentaria. Los estudios han identificado bacteriocinas específicas que pueden inhibir C. perfringens y mejorar potencialmente la salud y el crecimiento de los pollos de engorde.
La revisión de la microbiota pulmonar en un contexto más amplio, aunque centrada en los ratones, ofrece ideas sobre los posibles efectos de la aerobiota en el ganado. La desregulación de la microbiota pulmonar se relacionó con la fibrosis pulmonar en ratones, lo que sugiere que la microbiota residente en el pulmón es un motor clave de la enfermedad fibrótica. Esto podría tener implicaciones para la gestión de la salud del ganado, indicando que una desregulación similar puede afectar a los animales y apuntando a posibles vías de tratamiento.
La microbiota del tracto respiratorio y la Airbiota
La microbiota del tracto respiratorio desempeña un papel crucial en la salud y el rendimiento de aves y cerdos. Un estudio centrado en gallinas ponedoras y pavas reproductoras aporta datos sobre la comunidad microbiana de los órganos respiratorios, indicando la importancia de estos microbios para la industria avícola (10).
Un estudio que empleó el análisis del gen 16S rRNA para estudiar la microbiota respiratoria de los pollos señaló que, si bien se han realizado muchos estudios sobre la microbiota respiratoria humana, se han publicado pocas investigaciones sobre la microbiota respiratoria de los pollos sanos. Estas comunidades microbianas son esenciales para mantener la salud respiratoria (11).
También se ha investigado cómo afecta la infección por influenza a la microbiota del tracto respiratorio superior (TRS) de los pollos. Se descubrió que la infección por el virus de la gripe aviar H9N2 reduce los índices de diversidad alfa en la microbiota del TRS durante la fase aguda de la infección, con un aumento significativo de la familia Lactobacillaceae en la microbiota respiratoria. (12).
Por otra parte, existen diferencias relacionadas con la edad en la microbiota respiratoria de los pollos. Estudios realizados con métodos de cultivo han aislado una gran variedad de bacterias y hongos de las vías respiratorias de pollos sanos. Estos estudios han proporcionado información sobre la diversa vida microbiana que puede influir en la salud respiratoria y la resistencia a las enfermedades. (11).
El tipo de entorno de cría también afecta a la microbiota del tracto respiratorio de los pollos. En un estudio en el que se comparó la cría en aislador, en suelo y en jaula, se aislaron 75 cepas de especies de Lactobacillus de todos los órganos respiratorios y del intestino, lo que demuestra el impacto de las condiciones de cría en la microbiota del tracto respiratorio (13).
Cabe señalar que puede encontrar microorganismos del intestino que terminan en el tracto respiratorio (como también puede encontrarse en el aire), pero las vías en este caso podrían ser la autoinoculación debido al vuelo de la pluma, o también la recirculación de heces secas a través del aire, o por otra ave en las inmediaciones.
La microbiota del tracto respiratorio porcino despierta un interés creciente por comprender la compleja interacción entre estos microorganismos y la salud porcina. Hallazgos interesantes indican características críticas que pueden influir en la microbiota respiratoria porcina principalmente en los pulmones, la cavidad nasal y las amígdalas (14). Un estudio centrado en la microbiota del tracto respiratorio superior demostró que el uso de antibióticos podía alterar su composición. Sin embargo, en la fase de acabado del crecimiento de los cerdos, las poblaciones bacterianas tendían a la uniformidad independientemente de que los cerdos padecieran enfermedades respiratorias, lo que sugiere un efecto estabilizador a lo largo del tiempo (15).
La complejidad del entorno en el que se crían los cerdos también influye en la microbiota respiratoria e intestinal. Esta relación aún no se conoce del todo, pero se considera un factor importante a la hora de determinar el sistema de alojamiento óptimo para promover la salud y la producción de los animales. (16).
Por primera vez se ha mapeado la topografía bacteriana del tracto respiratorio en cerdos, comparando distintos lugares dentro del tracto. Se descubrió que la microbiota de la coana (parte de la cavidad nasal) se parece mucho a la de la tráquea, lo que implica que la parte posterior de la cavidad nasal podría ser la principal fuente de bacterias para el tracto respiratorio inferior (17). El microbioma respiratorio es crucial para mantener la fisiología respiratoria y puede influir en la susceptibilidad individual a las enfermedades en los cerdos. Esto ha llevado a centrar la atención en el papel de la microbiota en la salud respiratoria, con muchos estudios destinados a desentrañar las complejidades de estas comunidades microbianas (14,18–21).
El objetivo de un estudio era caracterizar las comunidades bacterianas de varias zonas del tracto respiratorio superior (fosas nasales, coanas y amígdalas) e inferior (tráquea y pulmones) de los cerdos. La comprensión de estas complejas estructuras e interacciones está aún en sus primeras fases, pero es crucial para desarrollar estrategias de gestión de la salud respiratoria de los cerdos. (17).
Además, hay interés por saber cómo se asocia la microbiota del tracto respiratorio inferior con otros tejidos y microbiomas ambientales. Por ejemplo, un estudio describió el microbioma de los fluidos traqueales y orales, el aire y las heces en cerdos durante la fase tardía de la infección por Mycoplasma hyopneumoniae. Esta investigación evaluó la asociación entre el microbioma traqueal y el de otras fuentes, lo que podría tener implicaciones para comprender la dinámica y la transmisión de la enfermedad. (22).
En conjunto, estos estudios permiten conocer mejor la composición y el papel de la microbiota respiratoria de las aves de corral y los cerdos, influyen en la comprensión de la salud y las enfermedades de los animales e informan sobre futuras líneas de investigación y estrategias de prevención y control de enfermedades en avicultura y porcicultura, además de poner de relieve sus implicaciones para la gestión sanitaria. La investigación indica que factores como la edad, las enfermedades y las condiciones de cría pueden influir significativamente en la composición de la microbiota respiratoria, lo que a su vez puede repercutir en la salud y la productividad de los animales. Es esencial seguir investigando en este campo para desarrollar mejores estrategias de gestión de la salud respiratoria de los pollos.
Airbiota es un nuevo término que hace referencia a la comunidad de microorganismos presentes en el aire. Especialmente en relación con la cría de cerdos y aves de corral, indica una compleja interacción entre estos microorganismos y la salud y el crecimiento de los animales, así como posibles repercusiones en la salud humana. La aerobiota puede estar relacionada con el concepto de microbiota intestinal, más estudiado en el pasado (23). Se ha demostrado la relación entre la microbiota intestinal porcina de los cerdos y su crecimiento y eficiencia alimentaria, lo que sugiere que las estrategias dirigidas a la microbiota podrían mejorar la productividad. Identificar predictores microbianos fiables del fenotipo del huésped es todo un reto debido a los factores ambientales y a las diferencias a lo largo del intestino. Sin embargo, la información científica sobre la airbiota es escasa (24).
No sólo desde el punto de vista de la producción y la sanidad porcina, sino también desde el punto de vista de la salud humana, los estudios han analizado cómo la exposición ocupacional a los microbios en las granjas porcinas puede repercutir en las comunidades microbianas de los intestinos humanos. Sin embargo, aún no se conocen del todo las implicaciones de esta exposición. (25). Además, existe un interés por comprender cómo la microbiota del aire interior de las granjas porcinas puede influir en la microbiota nasal humana. Las muestras recogidas en las granjas porcinas indican una posible influencia, pero la naturaleza exacta de esta relación requiere más investigación (26).
Conclusiones
La producción porcina y avícola es esencial para la seguridad alimentaria mundial, siendo la carne de cerdo la segunda más consumida en todo el mundo y la de ave la más consumida. Los importantes índices de consumo en Asia y la creciente producción en América Latina ponen de relieve la dependencia mundial de estos sectores. El ambiente en los galpones desempeña un papel fundamental en la salud y la productividad del ganado.
La mala calidad del aire puede provocar la propagación de patógenos y ARG, lo que repercute en la salud de los animales y puede transferir riesgos a los seres humanos. Reducir la presión de infección ambiental mediante un control y una gestión eficaces es esencial para minimizar estos riesgos.
La transmisión de los ARGs a través del aire en los galpones de aves es particularmente preocupante durante la cría de alta densidad, cuando se utilizan antibióticos y cuando la ventilación es inadecuada. Estas condiciones facilitan la rápida propagación de los ARG, lo que plantea problemas tanto para el bienestar animal como para la salud pública.
Para combatir la propagación de las enfermedades transmitidas por el aire y los ARG, este documento aboga por una mayor bioseguridad, un uso prudente de los antibióticos y una mejor gestión de la calidad del aire. Estas estrategias son vitales para mantener sano el ganado y salvaguardar la salud pública.
Se recomienda la adopción de tecnologías avanzadas de diagnóstico, sistemas de filtración del aire y protocolos rigurosos de bioseguridad para detectar y controlar eficazmente los patógenos aerotransportados y los ARG. El seguimiento y la vigilancia de la calidad del aire y de las comunidades microbianas son cruciales para intervenir a tiempo.
Es necesario seguir investigando para comprender las complejas interacciones entre la airobiota, la microbiota respiratoria y los factores ambientales externos. Los responsables políticos deben apoyar la investigación y aplicar normativas que aborden los retos señalados, sobre todo en lo que respecta al uso de antibióticos y la gestión de la calidad del aire.
Es esencial concienciar sobre la importancia de la calidad del aire en los entornos de producción animal y su impacto en la transmisión de enfermedades y la resistencia a los antibióticos. La formación de ganaderos, veterinarios y trabajadores puede mejorar la comprensión y el cumplimiento de las mejores prácticas.
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